¿MINISTRO DE DIOS O LOBO RAPAZ?

“Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces que no perdonarán el rebaño” (Hechos 20:28)

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Los expertos señalan que los lobos han disminuido notablemente su población en el mundo debido al constante conflicto con el ser humano. Esta situación preocupa a los científicos, ecologistas y otros protectores del medio ambiente y, es lamentable que este hermoso carnívoro esté en peligro de extinción; pero también existen aquellos que no comparten la sensación “feliz” de convivir con una horda peligrosa de estos feroces depredadores.

Este hecho manifiesta un eterno dilema humano que, por un lado quiere convivir con un “peligro tan hermoso”, y por otro lado no. Pero en el fondo nadie quiere que los lobos desaparezcan, incluso estamos dispuestos a soportar las pérdidas que sufren muchos granjeros y ganaderos, antes de prescindir de estas bestias, llegando a castigar con violencia a aquellos que los persigan o los cacen.

Esto mismo acontece hoy en la iglesia del Señor con los denominados “lobos rapaces” (Ez. 22:27; Hab. 1:8; Sof. 3:3; Mt. 7:15; Mt. 10:16; Lc. 10:3; Hech. 20:29). Estos “lobos religiosos”, por un lado son hermosos, listos y atractivos; “colorean” nuestras actividades en la iglesia, con globitos, lucecitas de colores, humo escénico, batucadas, viejitos pascueros, mimos y payasitos y, lo más importante, no cansan a los oyentes con el SEMPITERNO EVANGELIO. ¡No, ELLOS DESPRECIAN EL EVANGELIO DE AYER!... y han adaptado sutilmente el mensaje a la “moda” de turno (Gálatas 1).

Despreciables e insaciables depredadores que conducen al rebaño a la destrucción. Pero, a pesar de su peligrosidad, la iglesia no quiere apartarse, no quiere prescindir de ellos, porque le han dado un cariz entretenido al “asunto”. Sin ellos la vida en la iglesia será demasiado austera, estrecha y aburrida. ¡Oh, Dios, las jaurías han invadido la casa del Señor!

Amados hermanos, escribir sobre este tema no es, humanamente hablando, ni agradable ni fácil; “muchos” lo consideran como una incursión insolente e innecesaria en la mente de los hermanos… ¡PERO NO LO ES! Además, la jauría se levantará furiosa contra quienes les denuncien, los tildarán de “legalistas intolerantes”, amargados, fariseos, fundamentalistas, y otros epítetos que buscarán el desprestigio de los verdaderos profetas del Altísimo.

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LOS LOBOS RAPACES SE TOMARON EL PODER

¿Por qué crees que hoy día en los eventos “cristianos” (conferencias, seminarios, talleres, congresos) nunca se oye hablar de los LOBOS RAPACES?

El Espíritu Santo exhorta por medio del apóstol Pablo, con voz potente: “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces que no perdonarán el rebaño” (Hechos 20:28); pasaje bíblico que es bien conocido por TODOS LOS PREDICADORES DE LA BIBLIA; sin embargo, que yo sepa, ninguna “EMINENCIA EVANGELICA” jamás ha gastado una sola palabra para advertir del terrible peligro de estos lobos, falsos profetas, “animales disfrazados”, entre nosotros.

¿A qué se debe tamaña negligencia?

La respuesta es muy sencilla… ELLOS MISMO SON LOBOS RAPACES y, evidentemente, a ningún lobo se le ocurriría desacreditar a uno de sus propios “hermanos lobos”, se desnudaría así mismo. Por el contrario, cuando rugen y denuncian el peligro de los lobos en medio del rebaño es para descalificar a los fieles de Cristo que intentan despojarlos de su disfraz a fin de advertir al pueblo de su presencia en medio de la grey.

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¡Si hermanos… se dicen pastores, príncipes del pueblo!, como lo declara el Espíritu Santo… están en la iglesia: “Sus príncipes en medio de ella son como lobos que arrebatan presa, derramando sangre, para destruir las almas, para obtener ganancias injustas” (Ezequiel 22:27).

No estamos hablando de los seudo testigos de jehová, ni de los mormones u otra secta… estamos hablando de falsos hermanos infiltrados en medio del pueblo que están ocupando cargos de “dirigentes y enseñadores”. Por esta razón el Espíritu Santo, advierte: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (Mateo 7:15).

“Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.” (Hchs. 20:30)

Ahora, ¿Escucha usted ésta divina advertencia en labios de los actuales, “famosos” y “prósperos”, líderes de la iglesia?... La respuesta es ¡NO!

Y ésta situación se ve agravada por la existencia de los secuaces de estos lobos rapaces, los seudo pastores, que miran el evangelio como una fuente de ganancias. Que creen en el denominado evangelio de la prosperidad. No tienen cuidado por la ovejas, solo les interesa la cantidad o lo que denominan “iglecrecimiento”, que está asociado a la “bendiciones” (ganancias terrenales). “Más el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa” (Juan 10:12).

INDIFERENCIA HOMICIDA

¿Cuántos pastores viendo el ejercicio de lobo en medio de la congregación no hacen nada?

Dirán: “esto no es asunto mío”. ¡Estás equivocado, es asunto tuyo, es asunto tuyo!, sino, abandona el ministerio, por tu bien ¡abandónalo!, ¿No sabes que tendrás que comparecer ante el Pastor de los pastores para dar cuenta de tu gestión? Repicarás: “Yo no soy incondicional, no estoy de acuerdo en todo”. ¿No te das cuenta que están dando muerte al rebaño? ¿No harás nada? ¿En aquel día crees que te librarás porque no estabas de acuerdo?. Debes saber, Dios se vengará del lobo y luego irá por ti.

RESPONSABLE DETERMINACION

Por lo tanto, frente a tan solemnes advertencias del ESPIRITU SANTO, de ninguna manera evadiremos este vital mensaje, y nos regocijaremos dando la voz de alerta sabiendo que tendremos el favor de Dios, y nuestra única interrogante, es: ¿Cómo es posible que los líderes de las iglesias eviten este tema, prefiriendo hablar de asuntos “más edificantes”?

Cualquier ser humano en sus cabales jamás pondría en un mismo corral al lobo y las ovejas. El primero, a causa de su naturaleza, solo pretende devorarlas, sacar provecho de ellas para saciar su voraz apetito; por lo tanto, lo que el pueblo de Dios debe hacer es denunciarlo, sacarle el disfraz y expulsarlo, o en su defecto llamar a las ovejas a hacer abandono de ese “corral”: “Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo, y yo os recibiré...” (2ª Corintios 6:17).

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PROPOSITO DEL LOBO RAPAZ

Ahora, profundizando en esta cuestión: ¿Qué intenta tomar el lobo de las ovejas? ¿La carne o el espíritu de los hermanos en la fe?

Con plena certeza, no les interesa en lo absoluto nuestra carnalidad, sino lo espiritual, lo santo, lo puro y lo celestial; en suma, pretenden destruir todo lo que es del Cordero de Dios dentro del creyente, y este propósito lo logran por medio de sus sermones, consejos y forma opulenta de vivir, mediante lo cual realzan lo carnal, natural y todo lo que es humano a fin de destruir y matar lo espiritual.

También es necesario aclarar que los lobos se reproducen y jamás engendraran ovejas – es imposible – (Mt. 23:15). “Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos” (Ro. 16:18)

¿QUE HARAS?

¿Qué harás con esta información? ¿Habrá lobos en tu congregación, o incluso puede serlo tu pastor o alguno de los diáconos de la iglesia? ¿No es verdad que el asunto es muy delicado?

La cuestión sigue siendo relevante y espera una solución, porque si no actuamos con espíritu bíblico y con firmeza seremos cómplices de estos esbirros de Satanás, nuestra parte será con los apostatas, apostasía que no es ninguna casualidad, sino que es, en gran parte, la consecuencia lógica de haber tolerado a los numerosos lobos rapaces que hieren y comen las ovejas.

Y, quiero volver a recalcar, el Espíritu Santo no está hablando de entes externos, sino de “infiltrados” que están en el corazón de las instituciones cristianas: “Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soñolientos, echados, aman el dormir. Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado. Venid, dicen, tomemos vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como este, o mucho más excelente” (Is. 56:10-12).

Toda la humanidad camina en dirección al TRONO DE DIOS, donde TODOS serán juzgados; sin embargo, el falso profeta declara FIESTA, pasión, adoración pagana… “Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores. Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz” (Je. 6:13-14)

Solo hablan cosas halagüeñas, que son las que agradan a la mayoría de impíos que llenan las iglesias: “No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, profetizad mentiras;…” (Is. 30:10)

Se acerca la ira de Dios a juzgar a los infieles, sin embargo el mensaje apóstata nada enseña al respecto.

SALID DE EN MEDIO DE ELLOS

La adulación, la lisonja son los colmillos del engaño; la autoestima, la autosuperación, la independencia son las garras que penetran el alma. La entretención, el payaseo y la profanación de la casa del Señor es el sangramiento mortal.

¿No es esto deplorable en extremo? ¿Por qué insistir en andar junto a lo que la naturaleza separaría? No nos equivoquemos: El que se deja “discipular” por un lobo, también se hará lobo, y no puede esperar que la buena mano de Dios lo guarde en esto. Dios dijo claramente lo que hemos de hacer frente a estos seres que comen (destruyen) nuestra substancia divina: “Salid de en medio de ellos, apartaos, dice el Señor” (2ª Cor. 6:17). Sí, hermanos, es necesario salir de ellos y juntarnos con verdaderas ovejas del Señor.

Por favor, medite e inquiera con diligencia al respecto, no me malentienda ni reaccione con inmadurez o rebeldía, porque podría verse animado con estas palabras a ir en contra de su pastor, posiblemente un siervo maduro y bíblico. Para dar pasos así hay que conocer bien la Biblia. Toda luz viene de ella. Es la Palabra de Dios que sana nuestros ojos, ojos que ven quienes son ovejas y quienes son lobos. El Señor nos aconseja probar los espíritus: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo” (1ª Ju. 4:1).

MEJOR VIDA AHORA

Los lobos rapaces solo piensan en “MEJOR VIDA AHORA”, solo hablan palabras grandielocuentes, de cosas terrenales como casas de lujo, autos caros, títulos humanos, fama, popularidad, gloria terrenal, reconocimientos, dinero, ansias de poder.

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El verdadero siervo (esclavo) de Dios habla de los padecimientos del evangelio – “Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. Y TAMBIÉN TODOS LOS QUE QUIEREN VIVIR PIADOSAMENTE EN CRISTO JESÚS PADECERÁN PERSECUCIÓN; mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste (2ª Ti. 3:10-14)- Hablará el verdadero pastor de las promesas espirituales que se RECIBIRAN en la eternidad después de esta leve tribulación (la vida). “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (2ª Co. 4:17-18)

PERO VOSOTROS HERMANOS

“Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos.

Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu. Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.

A algunos que dudan, convencedlos. A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne. Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.” (Judas 1:17-25)

Para terminar, sólo una seria reflexión: Para los lobos (animales) es cada vez más difícil en nuestros días, pero los “lobos religiosos” lo tienen cada vez más fácil en nuestras iglesias.

“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. SOBRE LOS TALES YA DE LARGO TIEMPO LA CONDENACIÓN NO SE TARDA, Y SU PERDICIÓN NO SE DUERME” (2ª P. 2:1-3)